Debes descender.
Ahora. Deja qué tus manos desciendan a la parte baja del vientre.
Notarás que se tensa.
Fuerte.
Duele casi.
Usa tu mente.
Alcanza tu no_mente.
Ahora cierra con todas tus fuerzas el orificio del ano.
Tienes qué tener la sensación de que succionas hacia dentro.
Ahí presionas la puerta de la muerte.
Ahí mueres para acceder a la vida.
Mueres en lo mortal qué lo dejas de ver para, solo ser eterno. Antes eras inmortal creyendote mortal. En este instante has alcanzado la eternidad.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
sábado, 7 de marzo de 2009
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